lunes, 29 de noviembre de 2010

La Batalla de Boyacá
7 de agosto de1.819
Acción perteneciente a la campaña Libertadora de Nueva Granada. Como consecuencia de su movimiento desde Bonza, Simón Bolívar había tomado posesión de la ciudad de Tunja el 5 de agosto de 1819, interfiriendo las comunicaciones de la tercera división realista bajo el mando del coronel José María Barreiro, quien, para recuperarlas, se desplazó por el camino principal, a través del páramo de Cómbita, para llegar a la localidad de Motavita el día 6. El 7, Barreiro se puso en marcha hacia la zona de Boyacá para ganar el puente sobre el río Teatinos y seguir de allí a Santa Fe de Bogotá. Advertido de este movimiento, Bolívar ordenó la marcha de su ejército, también hacia el puente de Boyacá, dispuesto a tomarlo para impedir a Barreiro su desplazamiento hacia la capital granadina.
La marcha de estas 2 fuerzas originó la batalla de Boyacá. A las 2:00 p.m. de ese día, la vanguardia realista llegaba al puente, en el momento que hacía su aparición la descubierta de caballería patriota, la cual recibió el ataque de algunos cazadores enemigos; el grueso realista se hallaba como a 1.000 m de su vanguardia. La descubierta patriota neutralizó el ataque de los cazadores, los cuales se retiraron hasta la margen opuesta del río.
Entre tanto, el grueso del ejército patriota entraba al campo de batalla; las fuerzas realistas intentaron un movimiento por su derecha, el cual fue interceptado por el batallón Rifles y una compañía de voluntarios británicos. Esta acción fue seguida por el avance de los batallones Bravos de Páez y Barcelona contra el centro realista y el de los batallones Nueva Granada y Guías que fueron a reunirse al batallón de Cazadores para formar la izquierda republicana. La reserva quedó constituida por las columnas de Tunja y del Socorro.
Al empeñarse el combate en todo el frente, el general José Antonio Anzoátegui cargó contra la fuerza principal del enemigo y al producirse la ruptura, envolvió a los cuerpos contrarios con cuya intervención fueron puestos fuera de combate. Casi simultáneamente, el general Francisco de Paula Santander, con las operaciones del ala izquierda, forzó el paso del puente y completó la victoria.
H.B.B.
 
BIBLIOGRAFÍA: AGUILERA, MIGUEL. La presencia de Bolívar en Boyacá. Bogotá: El Gráfico, 1936; AUSTRIA, JOSÉ DE. La batalla de Boyacá y sus consecuencias militares y políticas. Quito: Editorial de Artes Gráficas, 1926; BENCOMO BARRIOS, HÉCTOR. Campaña libertadora de Nueva Granada: batalla de Boyacá. Caracas: Grijalbo, c. 1991; Boyacá: homenaje a la República de Colombia. Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, 1969; BRICEÑO PEROZO, MARIO. La campaña de Boyacá: jornada bolivariana de unidad nacional. Caracas: s.n., 1969; Campaña del Ejército Libertador colombiano de 1819... Bogotá: Estado Mayor del Ejército, 1919; FRIEDE, JUAN. La batalla de Boyacá, 7 de agosto de 1819: a través de los archivos españoles. Bogotá: Banco de la República, 1969; GUERRERO, GUSTAVO S. Batalla de Boyacá: centenario. Pasto: Imprenta del Departamento, 1919; MERCADO, JORGE. Campaña de invasión del teniente general Don Pablo Morillo 1815-1816. Bogotá: Ejército de Colombia, Estado Mayor General, 1919; NUCETE SARDI, JOSÉ y OTROS. La campaña libertadora de 1819. Caracas: Academia Nacional de la Historia; Ministerio de Educación, 1969-1970. 2 v.; PEÑUELA, CAYO LEONIDAS, comp. Álbum de Boyacá: [compilación documental bolivariana: 1818-1819]. 2ª ed. Tunja, Colombia: s.n., 1969-1970. 2 v.; PÉREZ TENREIRO, TOMÁS. La maniobra y la batalla. [Caracas: Ministerio de la Defensa, 1957?]; VALLENILLA LANZ, LAUREANO. Centenario de Boyacá... Caracas: Tip. Americana, 1919.
VERSIÓN REALISTA
LA PÉRDIDA FINAL DE UN VIRREYNATO EN BOYACÁ
Y LA SALVACIÓN DE LOS ARCHIVOS EN SANTA FE
Las noticias sobre el triunfo de los patriotas y en especial el del Puente de Boyacá, el 7 de agosto, tomó por sorpresa y desorientó a las autoridades coloniales. El Virrey Juan Sámano huyó y le siguieron otros funcionarios. La Real Audiencia apenas pudo disponer la custodia del sello real y la conservación de los archivos.
(1819)
LA BATALLA DE BOYACÁ, RELATADA POR EL LICENCIADO GABRIEL GARCÍA VALLECILLOS, OIDOR SUB-DECANO DE LA REAL AUDIENCIA DE SANTAFÉ EN COMUNICACIÓN AL REY.
Señor: El Oidor Subdecano de Vuestra Real Audiencia de Santafé aunque poseído del mayor sentimiento se ve precisado a comunicar a Vuestra Majestad su traslación y la de los demás Ministros de esta plaza por el desgraciado acontecimiento con la Tercera División de Ejército Expedicionario que el día 7 de agosto fue sorprendida en el Puente de Boyacá por el rebelde Bolívar con una fuerza como de 4.000 hombres muchos de ellos ingleses y negros de Santo Domingo con la ventaja de haber tenido tiempo para colocarse y tomar posición porque la neblina o lo falso del espionaje que servía al Comandante General Barreiro le impidieron tener conocimiento de cuándo levantaba su campamento, hasta después de haber emprendido su marcha. Fatigada vuestra División Real para poderle dar alcance cuando lo consiguió, el enemigo la esperaba en un lugar escabroso donde no puediera desplegarse ni operar la caballería tomando ventajosa posición en las alturas que dominaban el terreno, y temerosa acaso por lo ir defenso del punto, se esparció en ella la confusión, y antes, Señor, de 20 minutos, se puso en dispersión, quedando prisioneros el Comandante General Barreiro y su segundo Jiménez, sin que hubiese habido mortandad porque, puede decirse que no hubo batalla.
El enemigo cubrió los caminos de la capital y siguió marchando para ella pudiendo salvarse por casualidad dos oficiales que dieron la noticia a vuestro Virrey el día siguiente a las once de la noche, con el anuncio fatal de que los enemigos estaban en aquellas inmediaciones, y como en la capital ho había más fuerza que la de 400 reclutas del Batallón de Aragón, fue el motivo porque se creé que vuestro Virrey determinó el abandono. Con tal conocimiento a las tres de la mañana del día nueve se determinó en Acuerdo recoger vuestro Sello Real y seguir a esta plaza o al punto donde se viese que el Gobierno podía colocarse sin una sorpresa del enemigo, siendo el principal objeto, que las Provincias libres no quedaran sin el apoyo y consuelo de la justicia, como un mes antes lo habían premeditado el Tribunal y puéstolo en conocimiento de su Presidente para que previese y deliberáse si era posible evitar en tiempo este funesto mal, pero en la última hora con angustias y peligros, apenas hubo lugar para prepararse a salir marchando a pie algunos de los Ministros, teniendo que abandonar lo que el trabajo de muchos años les había proporcionado para su decente comodidad, caminando día y noche, otros con sus delicadas esposas y tiernos hijos andando a pesar de la obscuridad y de los males e intemperie, arrostrando el hambre y todo género de peligros, porque sólo de este modo pudieron haber salvado sus vidas.
Los pueblos estaban algunos mal dispuestos y sus vecinos en las orillas del Río asaltaban las barcas indefensas.
El día nueve a las seis de la mañana fue el abandono de la capital; a las cuatro de la tarde se cuenta que entró en élla el enemigo y que se ha ido extendiendo a otras provincias del Reino, no sabiéndose el estado de las demás por la incomunicación en que se está con ellas, y sí con certeza que están libres de su yugo, las de Ocaña, Río Hacha, Santa Marta, Cartagena y Panamá.
El día 22 del pasado septiembre, con motivo de indisposición del Oidor Decano, ofició vuestro Virrey al Ministro que representa, encargándolo del mando del Gobierno Superior del Reino, con el objeto de reorganizar el ejército y seguir con él las operaciones militares, cuya salida no ha verificado todavía y al mismo tiempo su determinación de que en esta plaza se situase vuestra Real Audiencia, para que se determinara lo conveniente a su restablecimiento, por lo cual se ha dado por el que representa las oportunas disposiciones y hecho congregar a vuestros Ministros par los Acuerdos preparatorios al restablecimiento con lo que dentro de pocos días dará principio vuestro Real Tribunal al ejercicio de sus funciones, y en el entretanto como el inmediato en antiguedad, el que representa ha creído de su deber dar a V. M. en su Supremo Consejo estas noticias para no se carezca del conocimiento que debe haber del estado y situación de este Reino y que con sus sabios conocimientos propenda a su tranquilidad y restauración.
Dios guarde la C.R.P. de V. M. los más que la Monarquía ha menester.
Cartagena de las Indias, 10 de octubre de 1819.
El Decano Regente de la Real Audiencia de Santafé Francisco de Mosquera y Cabrera decía al Rey el 4 de enero de 1820 desde Cartagena de Indias lo siguiente:
[...]
Por él se ve que la Audiencia dispuso el modo de llevar consigo el Sello Real, y dio la única providencia que en circunstancias y momentos tan apretados era adaptable para conservar su archivo. El Ministro que representa como Director de la Junta de Montepío, puso también en orden en cuanto fue posible, a que se libertasen los fondos que existían depositados en Caja pertenecientes a varios pensionistas de todas las provincias, que por no haber enviado sus poderes, no los habían percibido; y oficiando a los Ministros de la Real Audiencia para que los sacasen con los caudales de V. M. y contestándole de palabra, que no había tiempo ni bagajes para verificarlo, los puso en poder del Tesoro del mismo Monte para que cuidase de ocultarlos, socorriendo entre tanto a las viudas que los reclamasen con derecho y documentándose en debida forma. 
(Componían la Real Audiencia los siguientes Oidores: Francisco de Mosquera y Cabrera; Gabriel García Vallecillos, Pablo Hilario Chica y José Miguel Castillo, Oidores. Agustín de Lopetedi y Eugenio Miota, Fiscales: y Marcelino Trujillo, Secretario).
Archivo General de Indias. Audiencia de Santafé. 748

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